Las mascarillas elastoméricas con una de las protecciones más eficaces contra el coronavirus, siempre que se utilice correctamente y se sigan las medidas de medidas de higiene.

A medida que se dispone de más datos, cada vez más expertos indican que los aerosoles son el principal medio de propagación del virus. Por ello, la eficacia de las mascarillas se considera un factor cada vez más importante para protegernos de esta enfermedad, por delante de otras precauciones como la higiene de manos (que sigue siendo absolutamente necesaria y recomendable).

Los modelos más populares de respiradores son los higiénicos, los quirúrgicos y los autofiltrantes, como el FFP1, el FFP2 y el FFP3. Sin embargo, existen otras opciones menos conocidas, como los respiradores elastoméricos. Según un estudio del Colegio Americano de Cirujanos, «las mascarillas elastoméricas reutilizables proporcionan una protección más duradera y menos costosa para los trabajadores sanitarios» que los respiradores FFP2.

Diferencia las mascarillas elastomericas y las FFP2 y N95

En la protección contra el coronavirus las mascarillas de tipo FFP1, FFP2 y FFP3 son una opción muy popular ya que combinan una alta eficacia con un precio más o menos asequible. Las tres clasificaciones difieren en cuanto a la eficacia mínima de filtración: 78% para el FFP1, 92% para el FFP2 y 98% para el FFP3.

Sin embargo, este tipo de mascarillas son eficaces cuando se utilizan correctamente y se tiene cuidado de ajustarlas para minimizar los espacios o huecos por los que puede salir el aire que exhalamos o entrar el que inhalamos. Aunque estos productos están diseñados para adaptarse al rostro, no siempre son adecuados para todos los tipos de cara. Los rasgos visibles, como una cara muy delgada, una cara muy gruesa o incluso una barba, pueden favorecer la aparición de huecos por los que podría entrar el coronavirus.

Las máscaras fabricadas con materiales elastoméricos resuelven este problema, ya que se adaptan perfectamente a todo tipo de rostros, como las gafas de buceo con filtro.

Que ventajas tienen las mascarillas elastomericas

El uso de respiradores de elastómero es habitual entre los aficionados al bricolaje porque ofrecen protección contra las sustancias tóxicas, el polvo y todo tipo de elementos nocivos que puedan estar suspendidos en el aire que se respira. Dependiendo del filtro utilizado, estos respiradores pueden ofrecer un nivel de protección similar al de las máscaras FFP2 y se pueden adquirir fácilmente en tiendas especializadas.

Desventajas de las mascarillas elastomericas

La principal desventaja de este tipo de dispositivo es su elevado precio en comparación con las principales mascarillas reutilizables, además del coste de la sustitución del filtro. Además, no es la opción más cómoda para entornos no profesionales.

Sin embargo, están empezando a surgir alternativas que combinan la comodidad de los respiradores tradicionales con el perfecto ajuste facial de los materiales elastoméricos: los «respiradores elastoméricos», como la máscara envomask, se han hecho muy populares entre el personal sanitario por su sencillez y el uso de filtros N95, que son equivalentes al PFC2 :